Bueno, a falta de un sillín Brooks decente y de un caballete puedo decir que a grandes rasgos está terminada! No quiero pensar ni en el tiempo ni en el dinero invertido porque me daría un patatús, pero al final ha quedado mejor de lo que me esperaba!
El antes:
Y el después:
Otras fotos de los detalles, sistema de frenos y Faro Rinder:
Calcas originales del escudo de Orbea y de Babcock & Wilcox:
Pedales Notario, porta bultos, palometa y faldón:
En algunas fotos (sobretodo las de los detalles) el verde que aparece es un poco azulado, pero en realidad no lo es, es un verde oscuro, el clásico verde inglés, creo que se aprecia mejor en la primera imagen.
Ahora que la veo así, recuerdo qué fue una de las cosas que me empujaron a restaurarla, y fue que me decían que era imposible hacer nada por ella, que no la iba a arreglar y que no tenía solución. Ahí mi tozudería se impuso a la incredulidad de los demás, que pensaron que era imposible devolverle la vida a esta bicicleta. Y aquí está. Más viva que nunca!